· El Día Perfecto, ¡El Día Que No Terminó!
Dios, sabiamente, ha dejado en su Palabra, poderosas referencias, que como columnas de luz iluminan el camino que nos lleva hasta el tesoro de su Día Bendito de Gracia y Perfección.
Fue en el Día Séptimo, que toda la obra divina se completó, fue también en este Día; que la creación fue por siempre santificada y guardada bajo el diseño de su eterno propósito y maravillosa bendición.
En el capítulo uno de Génesis, se establece las obras hechas por el Creador, en cada uno de los primeros seis días. En estos primeros seis días de la creación, contemplamos la grandeza y el accionar del poder creativo de Dios (Hebreos 11:3), de la siguiente manera:
1. En el primer día, los cielos y la tierra fueron creados (Génesis 1:1-5).
2. El segundo día, las aguas son separadas y el cielo y la tierra acomodados según su divino propósito (Génesis 1:6-8).
3. En el tercer día, Dios continúa su labor separando las aguas de lo seco y la multiplicación de la semilla según su género tiene lugar (Génesis 1:9-13).
4. En el cuarto día, además de las estrellas, la sabiduría divina determina que haya una lumbrera mayor para reinar en el día y una menor para reinar en la noche (Génesis 1:14-19).
5. El quinto día, sería el día en que los seres vivos llenarían las aguas, la tierra y además el aire (Génesis 1:20-23).
6. El sexto día estaba destinado a ser un día muy especial, fue en este día que, como un sello de amor y corona de creación, al espíritu del hombre y la mujer se les da un cuerpo y en adelante vienen a ser almas vivientes (Génesis 1:26-31; Hebreos 2:14; Job 10:10-12; Eclesiastés 12:7).
7. Al finalizar el sexto día, Elohim había determinado que cada día anterior ya había cumplido con su propósito.
Es así como la Escritura registra el principio y el fin de cada uno de los primeros seis días.
Ø Génesis 1.
1. Y fue la tarde y la mañana el día primero (Vs.5).
2. Y fue la tarde y la mañana el día segundo (Vs.8).
3. Y fue la tarde y la mañana el día tercero (Vs.13).
4. Y fue la tarde y la mañana el día cuarto (Vs.19).
5. Y fue la tarde y la mañana el día quinto (Vs.23).
6. Y fue la tarde y la mañana el día sexto (Vs.31).
Otro detalle hermoso y significativo descrito en este relato creativo, tiene que ver con el hecho de que al finalizar cada uno de estos días, Dios declaró que todo “era bueno o muy bueno.”
Ø Génesis 1.
1. Y vio Dios que (la luz) era buena (Vs. 4).
2. Y vio Dios que era bueno (Vs.10).
3. Y vio Dios que era bueno (Vs.12).
4. Y vio Dios que era bueno (Vs.18).
5. Y vio Dios que era bueno (Vs.21).
6. Y vio Dios que era bueno (Vs.25).
7. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera (Vs.31).
En todo este marco glorioso del diseño creativo de Dios, existe evidencia bíblica muy importante que no deberíamos pasar por alto.
En cada uno de los primeros seis días queda establecido que fue la tarde y la mañana; queriendo decir con esto que cada uno de estos días, de la misma manera que había comenzado, “también había llegado a su fin.”
El hecho a resaltar dentro de toda esta estructura bíblica tiene que ver con que, a diferencia de los primeros seis días al llegar al Día Séptimo, no se dice que este llegara a terminar.
En este Día, por haberse concluido toda la obra creativa, se nos dice que Dios Reposa y Bendice al Día Séptimo, estableciéndolo, así como el Día Eterno de Dios, el Día Bendito que comenzó pero que ¡No llegó a tener fin!
Génesis 2. 2Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. 3Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó.
Es importante recordar, que el significado del Día de Dios en las Escrituras no es precisamente de 24 horas, sino que este es un período determinado en el calendario divino en que ciertos propósitos revelados se cumplen.
El Séptimo Día de su Reposo, o Día del Señor, representa eternidad. Es el “continuo presente de Dios,” desde donde, el cumplimiento de su obra a favor del hombre toma lugar.
El no registrar el fin del Día Séptimo no fue un error dentro del relato de la creación. Por el contrario, esta fue una exclusión intencional con la que se establece claramente que el Día que Dios Bendijo no terminó en el Séptimo Día, sino que, ¡empezó entonces y continúa aún!
En el Día de Su propósito eterno, la creación Perfecta fue perpetuamente protegida y sellada. Recordemos que una vez que el Señor determina que todo lo que había hecho era bueno en gran manera, como acto final de soberanía, Bendice al Día Séptimo después de lo cual Reposa (Genesis 1:31; 2:2,3).
Es en este preciso momento que toda la creación queda cubierta y protegida por Aquel que, en su soberanía, decide señalar el camino hacia la Sanidad y Salvación.
El Séptimo Día o Día de Reposo, es la justicia de Dios manifestada; es perfección, señorío, propósito y, por tanto, árbol de vida y fuente de toda bendición.
Es por esto, que una vez que hemos descubierto esta poderosa verdad, el sello que identificará nuestra vida será de cumplimiento, de gratitud, de fiesta, de éxito y de alabanza (Apocalipsis 2:7; Éxodo 13:6).
El orden divino y el diseño de su propósito (a través del Día Bendito de su Eterno Reposo) no solamente se da a conocer desde el principio de la creación; sino también ha venido a ser la confirmación del gobierno de Dios para con su iglesia.